Desde siempre el ser humano ha buscado la belleza y salud física, sobre todo en las mujeres esta búsqueda de la perfección suele estar muy acentuada. Los senos, los glúteos, las caderas, el cabello, las piernas, son partes del cuerpo que ejercen gran atracción, por lo que se busca tenerlas lo mejor posible. Pero cuando la naturaleza no lo hace, se busca la opción de la cirugía estética.
Eso sí, hoy en día ya no es cosa solo de mujeres, pues los hombres y personas de la comunidad LGTB, quieren también lucir más atractivos. Dependiendo el cuerpo, será el tamaño y tipo de intervención que se realizará. Pero esta necesidad de verse bien, no debe cegarnos, se debe buscar un buen cirujano estético, y un centro clínico de prestigio.
Un profesional que sabe cómo proceder hará los exámenes necesarios a cada paciente, para conocer lo que le conviene y cómo se debe seguir su caso. No tomar las precauciones necesarias puede ser fatal porque hay riesgos con profesionales, más aún, con aquellos de dudosa reputación.
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Tipos de gluteoplastía
Existe dos tipos de gluteoplastías para mejorar la estética del trasero, una es por implantes y el otro proceso es con injerto graso. En la primera se colocan implantes en la zona, el cirujano los acomoda con un instrumento de soporte que tiene que usarse durante 2 o 3 semanas. En el proceso la piel se adapta y adhiere hasta que se logre la forma deseada.
El segundo tipo de gluteoplastía es por injerto de grasa, donde la paciente debe procurar no sentarse o tratar lo menos posible por unas 2 semanas. En este proceso se injerta en la zona la grasa hasta lograr la forma y tamaño deseado. Al dormir debe ser de lado, boca abajo pero no sobre los glúteos. En el proceso de recuperación, se toman cuidados como el uso de un almohadón que eleve el glúteo.
Riesgos potenciales de la gluteoplastía
Para resumir los riesgos de una gluteoplastía podemos decir que se puede sufrir alguna infección y sangrado. El proceso de recuperación y cicatrización puede no ser exitoso y con complicaciones, esto en parte a la obvia utilidad de los glúteos y su función. Puede ocurrir en la cirugía daños a nervios, rotura de implantes, el proceso requiere de exposición del implante.
Se puede sufrir de seroma o un cúmulo de líquidos, problemas por migración de implantes y de contractura capsular. También existen otros riesgos como la ciática, que resulta muy dolorosa y grave. Existe la posibilidad de problemas por la anestesia, esto en caso de implantes.
Cuando la gluteoplastía es por injerto, se puede sufrir de hematomas, infecciones, perdida exagerada de sangre. Puede darse una trombosis en alguna vena profunda del organismo, que conlleve a problemas en los pulmones o corazón. Se puede sufrir de dolores, entumecimiento, problemas por anestesia o asimetría que obligue a una cirugía posterior.
Uno de los mayores temores en un proceso de injerto de grasa es que ocurra una necrosis grasa, que es la muerte celular del tejido. Es obvio que esta clase de intervención estética para mejorar el aspecto de los glúteos, puede resultar en un problema mayor, si no se realiza por un verdadero experto. En ambos procesos se puede sufrir anemia, lesiones nerviosas y necrosis.
El gran riesgo: procedimientos en clínicas de dudosa reputación
Otro de los grandes riesgos en las cirugías estéticas, es realizárselas en centros médicos con ofertas imposibles. Existen lugares en varios países en los que no hay ningún control real de salud y de centros médicos, al cual acuden miles de mujeres para cambiarse la vida. Este tipo de estéticas de baja o ninguna reputación son baratas porque no tienen garantías.
En estos lugares se usan biopolímeros de alto riesgo, con efectos terribles, causando deformidad y distribuyéndose a otras áreas del cuerpo. Se usan para rellenar y no son aceptados por la sociedad médica de muchas naciones. Siempre habrá efectos por este tipo gluteoplastía que use estos biopolímeros, tarde o temprano provocando infecciones e incluso la muerte.
Lo correcto ante una gluteoplastía
- Debe buscarse a un profesional acreditado con experiencia en estos tipos de cirugías.
- Acordar la talla, forma y tipo de anestesia que se suministrará en la intervención.
- Realizar todos los exámenes que se requieran en el laboratorio.
- No fumar ni consumir alcohol antes y luego de la cirugía.
- Decirle al especialista los medicamentos que se estén tomando antes de realizar la intervención quirúrgica.
- Seguir todas las indicaciones que el médico indique, al pie de la letra, para que haya una exitosa recuperación y se logre la forma deseada en los glúteos.